¿LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS SE DEBEN PREOCUPAR POR SU CULTURA?
Desde hace unos años el concepto de cultura organizacional ha cobrado gran relevancia en el mundo empresarial. La cultura es ese tejido de comportamientos y valoraciones que caracterizan la forma en que esa organización es capaz de crear valor desde su gente. Por ello, trabajar en la cultura es trabajar en la ventaja competitiva, porque ahí se encuentra la manera irrepetible en la que una organización capta, genera y entrega valor. Sin embargo, durante mucho tiempo se ha tenido la percepción de que solo las grandes empresas pueden desarrollarla, pues para las pequeñas y medianas las prioridades son otras.
Entonces, ¿es relevante considerar la cultura en empresas pequeñas y medianas? La respuesta es sí. No importa cuán pequeña o grande sea una organización, la cultura existe. Lo que los líderes propician o bloquean, lo que comunican o silencian, va a definir aquellos comportamientos y valores que definen a la empresa, aunque no estén escritos en ningún lado. Por ello, hacer de la cultura una fortaleza de la organización resulta primordial y el punto de partida son los líderes.
Los líderes deben conocer la cultura que quieren propiciar en sus organizaciones y ser coherentes entre la manera de comportarse y los lineamientos, pautas y los cambios que se desean introducir para provocar el cambio. Los líderes son los que encarnan la cultura que se espera alcanzar.
“Resulta esencial comprender que los cambios nunca vienen de abajo hacia arriba, si es que no se propician las condiciones para que ello suceda. Los líderes deben ser los que faciliten que los colaboradores puedan alinearse los valores que se promueven, creando espacios de comunicación, desaprendizaje y reaprendizaje. Para ello, hay que analizar las brechas y las fortalezas que nos impiden o ayudan, respectivamente, a ser una organización creativa y altamente participativa. Debemos enfocar que la cultura es aquello que nos vuelve sostenibles en el tiempo y nos dota de la ventaja competitiva que nos hace únicos como empresa”, indica Alfredo Pérsico, CEO de FutureLab.
El experto señala que la cultura es vital porque es aquello que nadie te puede quitar, es tu ventaja competitiva hecha de los valores y comportamientos que los líderes promueven en los equipos, cuestión que permite identificar oportunidades y explotarlas con mucha mayor agilidad. “Además, la cultura hace sostenible el crecimiento, pues la capacidad para generar valor no depende de un genio o héroe iluminado, sino del aprendizaje en equipo que potencia el desarrollo de cada colaborador. Para ello, es necesario que las áreas no trabajen independientemente, sino que se conecten y que asuman desafíos compartidos”, puntualiza.
Para Pérsico existen tres ejes que debemos trabajar en la mediana y pequeña empresa en relación a la cultura organizacional:
Estrategia
Capturar las oportunidades, seleccionar los riesgos, establecer la política y definir el portafolio de iniciativas, requiere una alta dosis de innovación. Para provocar el cambio cultural, hay que saber dónde estamos y a dónde queremos llegar. La lectura permanente de tendencias y su comunicación a los equipos de la empresa son imprescindibles para alcanzar los resultados esperados. Es imposible que los líderes orienten el cambio cultural, si no existe una estrategia bien definida.
Por otro lado, hoy la estrategia de la empresa debe integrar la estrategia de innovación, pues navegar en la incertidumbre actual, requiere saber cuál es el futuro que deseamos modelar y es así que nuestras formas de salir adelante como empresas no se pueden remitir a sobrevivir el embate de una pandemia, sino a trascenderla.
Sistemas
Las empresas necesitan desarrollar desafíos en conjunto y de forma sistemática, para que el engranaje que permite generar valor, no se reduzca al éxito de una iniciativa salvadora. Debemos buscar la gestión recurrente de un portafolio de proyectos alineados plenamente a la estrategia. Establecer un sistema de gestión de la innovación que se integre con los otros sistemas de gestión de la empresa es imprescindible, en tiempos de incertidumbre. La cultura se ve potenciada cuando existe una estructura y procesos que encausen los comportamientos de la organización. De esta manera, los líderes podrán confiar en que ante la incertidumbre se puede diseñar caminos propiciados por la innovación.
Cultura
Los trabajadores deben aprender a hacer nuevas cosas, adquirir nuevas competencias, actualizarse y desarrollar nuevas mentalidades (mindsets). Los líderes deben facilitar ello, a través de disciplinas para el trabajo en equipo. Para lograrlo, se debe diagnosticar tu cultura, crear sistemas intencionales de desaprendizaje y reaprendizaje que se articulen a los desafíos de tu organización, y brindar marcos y métodos de innovación que permitan que el talento de las personas y el rendimiento del equipo se aproveche al máximo.