Técnica Revolucionaria Para Producir Hebras de un Metro de Largo de Nanotubos
El químico Bob Hauge de la Universidad Rice y su equipo pueden haber iniciado una revolución en el sector de la nanotecnología del carbono.Los nanotubos de carbono de pared única son cilindros huecos sumamente delgados cuyo espesor es de un solo átomo. Miles de veces más fuertes que los metales, se espera que un día reemplacen a éstos en innumerables aplicaciones electrónicas.
Hauge, químico del Instituto Richard E. Smalley para la Ciencia y la Tecnología a Nanoescala, y sus colaboradores Cary Pint y Noe Alvarez, han diseñado un método para confeccionar manojos de nanotubos de carbono de pared única que pueden llevar a producir hebras de nanotubos de un metro de largo o incluso más, y que no son más gruesas que una pieza de ADN. Los nanotubos son cada uno de ellos miles de veces más pequeños que una célula viva, pero el nuevo método de Hauge crea manojos de nanotubos de carbono de pared única que algunas veces se miden en centímetros, y, según él, el proceso podría en el futuro producir tubos de longitud ilimitada.
La producción a gran escala de hilos y cables hechos de nanotubos sería una bendición para los ingenieros en casi en todos los campos.
Se podrían usar, por ejemplo, en líneas de transmisión de electricidad que tendrían un peso asombrosamente ligero y una altísima eficacia, lo que permitiría dar paso a una nueva y revolucionaria generación de redes de suministro eléctrico.
Otra aplicación potencial sería fabricar con ellas versiones mejoradas de las estructuras de protección hechas con fibras de carbono que hoy se incorporan en los aviones. Esas versiones mejoradas gozarían de una mayor resistencia mecánica y también soportarían mejor la acción de los relámpagos.
Los manojos de nanotubos de carbono de una sola pared también pueden ser útiles en baterías, células de combustible y dispositivos microelectrónicos.
Hauge, químico del Instituto Richard E. Smalley para la Ciencia y la Tecnología a Nanoescala, y sus colaboradores Cary Pint y Noe Alvarez, han diseñado un método para confeccionar manojos de nanotubos de carbono de pared única que pueden llevar a producir hebras de nanotubos de un metro de largo o incluso más, y que no son más gruesas que una pieza de ADN. Los nanotubos son cada uno de ellos miles de veces más pequeños que una célula viva, pero el nuevo método de Hauge crea manojos de nanotubos de carbono de pared única que algunas veces se miden en centímetros, y, según él, el proceso podría en el futuro producir tubos de longitud ilimitada.
La producción a gran escala de hilos y cables hechos de nanotubos sería una bendición para los ingenieros en casi en todos los campos.
Se podrían usar, por ejemplo, en líneas de transmisión de electricidad que tendrían un peso asombrosamente ligero y una altísima eficacia, lo que permitiría dar paso a una nueva y revolucionaria generación de redes de suministro eléctrico.
Otra aplicación potencial sería fabricar con ellas versiones mejoradas de las estructuras de protección hechas con fibras de carbono que hoy se incorporan en los aviones. Esas versiones mejoradas gozarían de una mayor resistencia mecánica y también soportarían mejor la acción de los relámpagos.
Los manojos de nanotubos de carbono de una sola pared también pueden ser útiles en baterías, células de combustible y dispositivos microelectrónicos.