El reto de la última milla en el e-commerce
Por: Álvaro Echevarría- CEO SimpliRoute
El aumento del comercio electrónico es innegable en nuestro país. El año pasado creció 55%, con ventas que alcanzaron más de US$9 millones de acuerdo a la Cámara de Comercio Electrónico (Capece). Para este año, el gremio estima un crecimiento del 35%.
Estamos frente a muy buenas oportunidades como, por ejemplo, una demanda insatisfecha en términos de despacho, así como también la posibilidad de mejorar el servicio al cliente, que siempre ofrece opciones que pueden hacer de la experiencia de entrega la parte más memorable de la cadena de suministro. En mi experiencia en última milla, este podría ser el mejor momento para potenciar el sector.
Como dato importante, en lo que va de 2022 se registraron más de 10 mil problemas vinculados al e-commerce, según el Centro Especial de Monitoreo de Indecopi. Esta cifra supera los 91 mil reportes desde el 2020, principalmente, por la no entrega del producto al consumidor final. Es claro: el servicio de última milla debe destacar por la calidad de información en tiempo real que puede ofrecer a las empresas y la velocidad de respuesta ante cualquier incidente.
Dado el contexto actual que vivimos, las empresas dedicadas al rubro logístico deberían contar con procesos operativos y sistémicos ágiles para brindar soluciones tecnológicas que puedan identificar y planificar rutas. Estas mismas soluciones darán paso a una distribución más eficiente con alcances geográficos más grandes, que permitirán un importante ahorro de combustible.
Ahora bien, gran parte de los comercios electrónicos tienen dificultad en administrar la data, la cual sirve para tomar mejores decisiones. Por ello, tiene que ser recabada y analizada a profundidad. Sin embargo, muchas tiendas que ofrecen el servicio de e-commerce no realizan una adecuada lectura y tratamiento de sus datos.
Se ha visto, inclusive, que grandes empresas tienen mucha información, pero no saben qué hacer con ese material. También están las empresas que tienen menos de un año suelen tener menos desarrollado su proceso de logística y distribución. En tanto, las compañías con mayor madurez en e-commerce suelen tener como su principal dolor la entrega de productos a tiempo, debido al mayor volúmen de pedidos que manejan.
Ante esto, hago hincapié en el uso de optimizadores logísticos dedicados especialmente a disminuir los tiempos de entrega y mejorar la experiencia de cara no solo a clientes finales, sino también a las empresas que adoptan este tipo de soluciones. Además de ofrecer estos beneficios, levantará los índices de fidelización y retorno.