Venta de vehículos nuevos reporta resultados dispares en febrero
En el segundo mes del año, la venta de vehículos livianos nuevos (conformado por automóviles, camionetas, pick up y furgonetas, station wagons, SUV y todoterrenos) llegó a 12,401 unidades, alcanzando un crecimiento de 24% respecto a febrero de 2021. En tanto, al compararlo con febrero de 2020, previo a la pandemia, se registró una caída de 2.8%, según lo informó la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Al desagregar la información de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (SUNARP), correspondiente al mes de análisis, se observa que la venta de automóviles y station wagons fue de 3,176 unidades, cifra menor en 8.3% en comparación con febrero del año pasado e inferior en 28.6% frente a igual mes del 2020. Mientras que las ventas de SUV sumaron 5,011 unidades (+42.4% vs 2021, +20.7% vs 2020), las de camionetas fueron de 1,626 (+18.6% vs 2021, -30% vs 2020), y las de pick up y furgonetas avanzaron a 2,588 (+56.7% vs 2021, +41.2% vs 2020).
Al respecto, Alberto Morisaki, Gerente de Estudios Económicos de la AAP señaló que el desempeño del segmento de vehículos livianos fue impulsado por las SUV y las pick up y furgonetas, categorías que mejoraron los resultados que obtuvieron tanto en el 2021 como en el 2020. Como hemos señalado, dijo, el importante dinamismo en la venta de SUV se explica porque dichos vehículos han ganado preferencia entre los consumidores gracias a su versatilidad y adaptabilidad a las rutas del país, además de su atractiva relación calidad-precio, y por el aumento de la oferta y promociones por parte de las concesionarias. En tanto, “el avance de las pick up y furgonetas fue influenciado por la mayor demanda por parte de empresas, quienes deciden adquirir este tipo de unidades para el transporte de bienes y/o entregas a domicilio”, precisó.
En cuanto a la venta de vehículos pesados, el especialista señaló que, se ha observado un comportamiento mixto en el segundo mes del 2022. La venta de camiones y tractocamiones se ubicó en 1,264 unidades, alcanzando un aumento de 13.4% frente a febrero del año pasado y de 45.1% en comparación al segundo mes del 2020. “Estos resultados responden a la recuperación que vienen registrando diversos sectores económicos tras la reducción de las restricciones impuestas por el Gobierno para contener del COVID-19”, indicó. En ese sentido, Morisaki añadió que la demanda por la adquisición de dichos tipos de vehículos responde al interés de las empresas de los sectores de minería, construcción, comercio mayorista, industria manufacturera, principalmente.
En cuanto a la venta de minibús y ómnibus, las cifras muestran que cerraron febrero con 182 unidades vendidas, evidenciando un avance de 32.8% a tasa anual, mientras que respecto al mismo mes del 2020 se observa un descenso de 31.6%. “Este avance anual se explica por el mayor transporte de personal en un contexto de reactivación de la economía y al levantamiento del toque de queda hacia finales de enero pasado, eliminando las restricciones a la circulación en todo el país, medida que ayuda a la actividad de transporte de pasajeros, tanto a nivel urbano como interprovincial”, detalló el Gerente de Estudios Económicos de la AAP.
Nuestras expectativas respecto al desempeño de la venta de vehículos nuevos se mantienen sin cambios, es decir, en nuestro escenario base esperamos leves incrementos en cada uno de los segmentos analizados. Sin embargo, nuevos riesgos han aparecido en el radar, tanto a nivel interno como externo. De acuerdo con especialista, en el país las tensiones políticas y decisiones equivocadas del Ejecutivo siguen en aumento; “si esto continúa incrementando, se agregaría un nivel de estrés adicional a la economía, afectando las expectativas empresariales y del consumidor, que de por sí se ubican en terreno pesimista hace un buen tiempo”, sentenció.
De otro lado, Morisaki sostuvo, en el plano internacional, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha puesto en vilo al mundo entero, no solo por los costos humanos sino también por el potencial daño en la economía mundial. Los primeros impactos ya se han dado, principalmente en el precio de las materias primas, como el petróleo, gas, trigo, entre otros, lo que incrementaría lo niveles de precios a nivel mundial. Ahora, “si el conflicto se alarga mucho tiempo y la escale del mismo aumenta, podría traer consigo impactos más severos a la economía mundial, incluido nuestro país, afectando -entre otras cosas- la capacidad adquisitiva de las familias y empresas, y por ende reduciendo la demanda de bienes duraderos, entre ellos los vehículos”, finalizó.