Finanzas personales: el 62% de los peruanos se considera muy bueno administrando el dinero
- El TGI revela que, en los últimos doce meses, el 69% ha utilizado dinero en efectivo como forma de pago, mientras que el 34% ha usado tarjetas de crédito.
- Además, el 73% gasta su dinero con más cuidado que antes y el 69% cree que la seguridad financiera para la jubilación es responsabilidad de cada persona.
En un entorno económico dinámico, resulta esencial que los peruanos desarrollen hábitos financieros sólidos para garantizar tanto su bienestar económico personal como el de sus familias. En esa línea, adoptar hábitos financieros responsables no solo puede mejorar la calidad de vida, sino también proporcionar seguridad y tranquilidad a largo plazo. Por ejemplo, administrar de manera prudente el retiro de fondos de la AFP, la CTS y las gratificaciones no solo permiten una estabilidad financiera futura, sino que también facilita la cobertura de gastos imprevistos y contribuye a una planificación económica efectiva.
"La gestión adecuada de las finanzas personales es fundamental para mantener una estabilidad económica. Al controlar y planificar los gastos, ahorros e inversiones, puedes evitar problemas financieros, construir un fondo de emergencia, reducir el estrés asociado con las deudas y tomar decisiones informadas sobre tus recursos, lo cual contribuye a una vida financiera más equilibrada y segura”, afirmó Ana Laura Barro, CEO de Kantar IBOPE Media.
De acuerdo con la última entrega del Target Group Index (TGI), el 62% de encuestados utiliza algún servicio bancario, el 29% cuenta con algún tipo de seguro y el 28% está afiliado a una AFP. Además, el 14% de peruanos tiene inversiones financieras y entre las opciones preferidas se encuentran las criptomonedas o Bitcoins (35%), los fondos de inversiones en la bolsa (27%), los certificados de depósito a término (CDT’s), entre otros.
Por su parte, el 27% dispone de algún préstamo personal o financiamiento. En esa línea, el 34% tiene un crédito bancario de libre inversión, el 20% cuenta con algún crédito preaprobado del banco donde tiene su dinero, el 11% ha adquirido financiamiento hipotecario para la compra de vivienda, entre otras opciones.
Asimismo, el 60% de encuestados tiene tarjetas de crédito o débito y entre los factores que consideran al elegir una, se destacan la aceptación en diversos establecimientos (39%), la conveniencia en los pagos (38%) y las ofertas especiales (37%).
Formas de pago
El estudio afirma que, en los últimos doce meses, el 69% de los peruanos ha usado dinero en efectivo como forma de pago, mientras que el 34% ha optado por tarjetas de débito. Solo el 12% ha empleado tarjetas de crédito para sus pagos y el 1% ha recurrido a los cheques.
Según el TGI, el 74% de quienes utilizan dinero en efectivo lo destina principalmente a compras de mercado y despensa. El 34% paga con dinero físico en restaurantes, bares y cafeterías, el 24% en gastos de combustible y el 18% en actividades de entretenimiento como cine y discotecas.
Por otro lado, aquellos que usan tarjetas de débito, el 59% la emplea para compras en internet y el 47% utiliza esta forma de pago en restaurantes, bares y cafeterías.
Actitudes y percepciones
El 58% de los peruanos se informa bien sobre los servicios financieros o inversiones antes de invertir, buscando siempre la mejor alternativa disponible. Asimismo, 32% indica que sus amigos o socios frecuentemente solicitan su opinión sobre temas relacionados a finanzas, mientras que el 40% se siente seguro financieramente. No obstante, el 28% reconoce tener pocos conocimientos sobre inversiones y el 24% disfruta que otros piensen que tiene éxito económico.
En cuanto a los hábitos de gasto, el 75% prefiere evitar las deudas y el 62% se considera muy hábil en la administración del dinero. Además, el 73% afirma que ahora gasta su dinero con mayor prudencia, mientras que el 69% cree que la seguridad financiera para la jubilación es responsabilidad de cada persona. Por otro lado, el 49% opina que el dinero es el mejor indicador de éxito y el 27% estaría dispuesto a pagar por una asesoría financiera.