La Asociación Automotriz del Perú (AAP) refirió que la venta de vehículos nuevos registró durante el 2021 un significativo rebote frente al año anterior en casi todos los tipos de vehículos, en línea con la recuperación de la economía local.
Según cifras de Sunarp, la venta de vehículos livianos nuevos (conformado por automóviles, camionetas, pick up y furgonetas, station wagons, SUV y todoterrenos) registró 157,100 unidades vendidas durante el año que acaba de terminar, y de esta manera anotó un incremento de 40% respecto al 2020. Asimismo, al comparar el nivel de ventas con el 2019, previo a la pandemia, se observó un avance de 3.4%.
Al desagregar la información, se aprecia que la venta de automóviles y station wagons sumaron 46,029 unidades durante todo el 2021, superando en 23.9% lo registrado en el 2020, aunque se puede apreciar una caída de 19.3% con relación al 2019. En el caso de las ventas de SUV, éstas llegaron a 62,744 unidades en el año analizado (+60.2% vs 2020, +27.0% vs 2019), las de pick up y furgonetas se situaron en 29,618 unidades (+46.1% vs 2020, +30.7% vs 2019), mientras que las de camionetas sumaron 18,709 unidades (+20.1% vs 2020, -18.3% vs 2019).
En ese sentido, el desempeño observado por dichos tipos de vehículos durante el 2021 fue impulsado por el dinamismo de la demanda interna, la recuperación de los índices de empleo e ingresos, el acceso a ingresos extraordinarios (disponibilidad de la CTS y fondos de AFP), el uso de ahorro privado embalsado por parte de las familias, y las políticas comerciales implementadas por las concesionarias, que facilitaron la oferta y el acceso a los referidos vehículos. Además, también podemos mencionar otros factores, como las facilidades de financiamiento, y la adquisición de dichos vehículos –principalmente, automóviles y furgonetas- para ser empleados en servicios de taxi y delivery. Cabe precisar que la baja base de comparación respecto al 2020 influyó de manera substancial en el crecimiento de las ventas.
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En tanto, en la venta de vehículos pesados se observó un desempeño mixto durante el 2021. Por un lado, la venta de camiones y tractocamiones sumó 15,680 unidades, obteniendo un crecimiento de 45.5% frente al 2020 y de 27% con relación al 2019. El referido incremento se explicó por la reactivación de diversos sectores económicos a nivel nacional, como la construcción, minería, comercio, agroindustria, entre otros, los cuales demandan dichas unidades para el transporte de bienes e insumos.
No obstante, la venta de minibús y ómnibus cerró el año con 1,971 unidades vendidas, retrocediendo en 7.7% y 54.2% respecto al 2020 y 2019, respectivamente. El comportamiento negativo de las ventas de estas unidades se debe a que los sectores ligados al transporte público, urbano e interprovincial, así como el turismo y otras actividades de esparcimiento, no se han recuperado a la misma velocidad que otros sectores económicos, limitados por las restricciones de aforo y de tránsito en las unidades de transporte durante buena parte del año debido a la pandemia del COVID-19. Pero, no se puede dejar de mencionar que la caída porcentual ha ido moderándose en los últimos meses, lo que podría sugerir una eventual recuperación en el 2022.
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Finalmente, la venta de vehículos menores (motos y trimotos) sumó 425,612 unidades vendidas en el 2021, cifra mayor en 49% a lo observado el año anterior y superior en 48.8% frente al 2019.
El año pasado se vendieron un total de 291,490 motos (+49.9% vs 2020, +74.2% vs 2019). Este significativo aumento fue explicado por la creciente acogida de dichos vehículos al ser un medio de transporte seguro en el contexto actual de pandemia, ya que permite mantener el distanciamiento social recomendado. Otro factor importante detrás del avance de las ventas de motos ha sido que dichos vehículos pueden ser utilizadas como herramientas de trabajo en servicios de delivery y entrega a domicilio.
Asimismo, en el 2021 se vendieron 134,122 trimotos (+47.0% vs 2020, +12.9% vs 2019), impulsado por la mayor demanda de dichos vehículos por parte de las personas para ser empleados como unidades de transporte público de recorrido corto.
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Perspectivas poco alentadoras
Para el 2022 el panorama de las ventas de vehículos nuevos es menos alentador. Se espera que la economía local registré un crecimiento de entre 2% y 3% y es muy probable que algunos componentes de la demanda se contraigan fuertemente, como es el caso de la inversión privada. En ese orden de ideas, los indicadores adelantados sobre expectativas empresariales, el cual anticipa el comportamiento de la inversión, continúan ubicados en el terreno pesimista, debido a que las señales – poco claras y contradictorias, en algunos casos- percibidas desde el Poder Ejecutivo, una situación complicada que genera inquietud en los agentes económicos. Dicha incertidumbre no permite tener claridad sobre el futuro de la política económica, limitando el crecimiento económico, y por ende de la venta de vehículos.
Asimismo, existen otros factores de riesgo que podrían afectar la oferta en dicho mercado; por un parte, los puertos en todo el mundo no están funcionando a su plenitud, lo que ha encarecido el costo de los fletes, mientras que el retraso promedio del traslado de bienes en buques ha aumentado, sumándose algunos problemas estructurales respecto a la logística e infraestructura portuaria. De otro lado, actualmente existe una escasez de algunos suministros necesarios para la producción de vehículos, factores que se convierten en elementos adicionales de riesgo.
Por último, el COVID-19 sigue en marcha, con nuevas variantes del virus que complican su contención. En ese sentido, si la ya declarada oficialmente tercera ola del brote vírico se expande drásticamente en nuestro país, la capacidad productiva de la economía se podría ver perjudicada, dañando el nivel de empleo e ingresos de las familias.
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