La factura negociable se convierte en la principal aliada para impulsar el factoring

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Sólo en enero se negociaron alrededor de 2,500 facturas

Habrían 27 mil transacciones de facturas negociables a través de la factura electrónica

Tanto proveedores como compradores se benefician: proveedores podrán obtener liquidez al vender la factura a empresas de factoring o entidades financieras, mientras que el cliente/comprador podrá contar con proveedores con capacidad financiera para atender sus pedidos oportunamente.

Lima, febrero de 2016.- Desde el año pasado, en que se hizo obligatorio el uso y emisión de la tercera copia, también conocida como factura negociable, el mercado del factoring ha ido creciendo y tomando mayor presencia como herramienta de financiamiento para las empresas, sobre todo las MIPYMES, que deseen obtener liquidez inmediata para incrementar su capital de trabajo. Así se precisó en la conferencia “Factura Negociable y Factoring, avances, retos y recomendaciones”, organizada por la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) en conjunto con  Efact, empresa líder del mercado en brindar soluciones para el intercambio de comprobantes de pago de manera electrónica, y en la que participaron el Ministerio de la Producción (PRODUCE), Cavali y PricewaterhouseCoopers (PwC).

Durante la conferencia, Victoria Gálvez, Asesora del Viceministerio de MYPE e Industria, destacó la importancia de la micro y pequeña empresa, que además de representar el 99,5% del universo empresarial en el país, emplea más del 60% de la PEA. Sin embargo, agregó que hoy en día la falta de financiamiento representa una de las barreras que más afecta los niveles de productividad  tanto de las MYPE como la mediana empresa, limitando el potencial de este sector como motor de crecimiento del país“A la fecha, sólo el 26.6% de las MIPYME tuvieron acceso a créditos a través de entidades del sistema financiero”, indicó Gálvez. “Existe una diferencia importante en los costos de los créditos en función al tamaño de las empresas ya sea por falta de record crediticio o por no contar con suficiente colateral, entre otros factores”, agregó. “Ante esta realidad, es necesario promover nuevos esquemas de financiamiento, como el factoring que permitirá realizar el cobro adelantado de las facturas, beneficiando no solo a la MIPYME o la empresa proveedora, sino al cliente que podrá contar con proveedores financieramente más sólidos y con capacidad de atender sus pedidos oportunamente¨, precisó.

Comentó además que en lo que va del año, enero ha sido el mes en donde se ha dinamizado el uso del factoring teniendo a su cierrecerca de 2,500 facturas que han sido negociadas, un crecimiento del mercado que los sorprende pero que aún saben hace falta mayor difusión sobre el uso de la factura negociable como herramienta de financiamiento y para ello, resulta importante la participación activa de todos los actores de mercado.

En ese aspecto, Kenneth Bengtsson, Gerente General de Efact, indicó que el crecimiento del factoring vendría impulsado por la extensión de éste a las facturas electrónicas negociables. “La factura electrónica negociable es más ágil ya que no necesita que el proveedor lleve la copia física, todo es electrónico y teniendo la misma validez que la tercera copia”, precisó.

Agregó que para este año, el mercado de facturas electrónicas negociables para el sector de las MIPYMES ascenderá a S/.45 millones mientras que para el 2017 es probable que llegue a los S/.100 millones. Así mismo indicó que para el sector MIPYMES se espera que el total de facturas negociables a través de facturación electrónica ascienda a las 27 mil transacciones, mientras que para el 2017 alcance las 200 mil transacciones.

Por su parte, Dilma Aranda, Responsable de Proyectos e Innovación de Cavali, agregó que, a través de la plataforma FACTRACK, ya se encuentra disponible el registro centralizado de facturas negociables, el que permite que las MIPYMES que venden al crédito puedan obtener financiamiento de manera segura y eficiente,

“Además, al contar con un sistema centralizado en línea, las empresas que manejan un grupo grande de proveedores pueden contar con un sistema automatizado que, entre otras cosas les permite confirmar o rechazar facturas negociables, informando al proveedor y a las empresas de financiamiento de manera inmediata y reduciendo así el tiempo y costos administrativos. Con ello, se evita la creación y administración de registros y endosos de facturas, y se da un proceso mucho más rápido, eficiente y seguro para la gestión de proveedores”, enfatizó Aranda.

Si bien, se tienen grandes expectativas para la masificación de la factura negociable, su uso e implementación ha generado ciertas consultas en las áreas administrativas de las empresas, ya sean proveedores o compradores. Para  Alejandro Rocha, Gerente de Outsourcing de PwC, dichas consultas provienen de un conocimiento aún mínimo de las implicancias que esta puede tener a nivel contable y tributario. “Es necesario indicar, que facturas impresas que no dispongan de la tercera copia, referida a la factura negociable, carecerán de validez como comprobante de pago y en consecuencia no servirán para sustentar crédito fiscal, costo o gasto. En el caso de las electrónicas, es necesario agregar campos adicionales como la firma y dirección del proveedor del bien y servicio, el domicilio del adquiriente y fecha de vencimiento de la factura”, indicó Rocha.

“Si eres proveedor, la factura negociable es obligatoria sea una venta al crédito o al contado, y ésta solo aplica para transacciones comerciales a nivel nacional, mas no exportaciones”, precisó. “Si eres cliente/comprador, dispones de 8 días hábiles, que se cuentan desde la fecha de recepción de la factura negociable, para reclamar por los bienes o servicios recibidos, comunicar la disconformidad o dar conformidad expresa o tácita al proveedor”, puntualizó.

La conferencia realizada en las instalaciones de la SNI tuvo como objetivo informar y analizar los beneficios e inquietudes de la factura negociable y el factoring en cuanto a la operatividad y casuísticas de cara a su uso e implementación.