Mundo inteligente 2030: alimento para el pensamiento
Casi 690 millones de personas pasan hambre en la actualidad. Para poner eso en perspectiva, imagínese si todas las personas en los EE. UU. Tuvieran hambre. Ahora agregue a eso todos en Rusia, Japón y Alemania y estaría cerca. Es una cifra asombrosa y es probable que alcance los 840 millones en 2030 si continúan las tendencias recientes. Eso equivale a agregar a todos en el Reino Unido, Francia, Bélgica y Dinamarca a la cifra anterior.
La ONU ha hecho del “Hambre Cero” uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, con el objetivo de acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible. Pero con el aumento de la inestabilidad climática y la aceleración de la urbanización en todo el mundo, las tecnologías agrícolas tradicionales y los recursos naturales existentes ya no son suficientes para alcanzar este objetivo.
Con una población mundial estimada actualmente en 7.800 millones y probablemente alcance alrededor de 8.500 millones en 2030, el suministro mundial de alimentos se enfrenta a nuevos desafíos y demandas.
Durante siglos, los agricultores han confiado en su experiencia para determinar cuándo plantar cultivos y cuándo cosecharlos, así como si usar fertilizantes y pesticidas. Si bien este enfoque nos ha sido de gran utilidad, en última instancia depende del destino si un año determinado produce una buena cosecha.
Entonces, ¿cómo podemos alinear los cultivos con las condiciones del suelo disponibles y eliminar esta dependencia del destino? George Fahy de Huawei realiza el siguiente análisis.
La tecnología es clave para potenciar la agricultura, ayudarla a superar las limitaciones tradicionales del crecimiento, aumentar la producción de alimentos en todos los ámbitos y llevar alimentos "verdes" a todas las mesas del mundo.
Agricultura de precisión basada en datos
Las herramientas modernas, como los sensores y los dispositivos móviles, brindan a los agricultores datos precisos y en tiempo real sobre la humedad del suelo, la temperatura ambiente y las condiciones del cultivo, lo que hace posible ajustar de manera flexible las medidas agronómicas, como la siembra, el riego, la fertilización y el ajuste de semillas, según diversos conjuntos de datos.
Mediante el análisis en profundidad de los datos recopilados y los gráficos de datos basados en la nube, los agricultores pueden tomar decisiones informadas sobre la fertilidad del suelo, el agua y la entrega de nutrientes a los cultivos. Con estos datos, los agricultores pueden comprender mejor su tierra, las condiciones climáticas y las enfermedades o plagas de los cultivos para predecir los rendimientos de los cultivos con mayor precisión, implementar medidas agrícolas y ajustar los presupuestos en consecuencia.
Un ejemplo de esto es la siembra adaptativa basada en datos, que puede aumentar el rendimiento de los cultivos de maíz entre 300 y 600 kg por hectárea.
Los agricultores también pueden utilizar estos datos como base para dar respuestas proactivas, rápidas y precisas a los cambios ambientales. Por ejemplo, permite a los agricultores ubicar rápidamente las áreas afectadas, desarrollar soluciones y mitigar los impactos negativos en sus rendimientos en caso de condiciones climáticas extremas.
Agricultura vertical inteligente
Las granjas verticales interiores inteligentes permiten a los agricultores crear entornos óptimos para el crecimiento de los cultivos sin restricciones geográficas, superando las incertidumbres ambientales involucradas en la agricultura tradicional. Los agricultores pueden monitorear de cerca cada paso del proceso de cultivo, desde la siembra hasta la fertilización y la cosecha, de modo que puedan controlar con precisión la iluminación, la temperatura, el agua y la entrega de nutrientes en función de las necesidades de cada cultivo.
Este enfoque de agricultura "similar a una fábrica" permite recopilar más datos, lo que a su vez proporciona una base más sólida para lograr condiciones de crecimiento óptimas. Los programas piloto recientes han demostrado que un área de 7000 m² puede producir la asombrosa cantidad de 900,000 kg de vegetales cada año si se cosecha cada 16 días.
Los países con poca tierra cultivable, como Japón, Corea del Sur y Singapur, y aquellos con abundantes recursos de tierra, como los EE. UU., Están desarrollando de manera proactiva tecnologías agrícolas verticales con la esperanza de beneficiarse de las tres ventajas principales de las granjas verticales:
- Sin pesticidas ni suelo, y desperdicio mínimo de agua
La hidroponía y la aeroponía, métodos comunes que se utilizan en las granjas verticales, son más eficientes para entregar nutrientes a las plantas y recuperar los nutrientes no utilizados junto con el agua. Estos métodos utilizan menos de una décima parte del agua utilizada en la agricultura tradicional, lo que hace que todo el proceso sea más ecológico.
- No afectado por el clima
Los sistemas de control automático en granjas verticales de interior ayudan a garantizar un cultivo confiable a gran escala, lo que hace posible cultivar cultivos en diversos lugares y climas. Por ejemplo, estas granjas se pueden construir en el desierto o en el mar, dentro de las oficinas o incluso en los tejados.
- Modelos replicables a nivel mundial
Un sistema de control de TIC y un modelo de datos utilizados en una granja vertical se pueden usar en cualquier parte del mundo para lograr resultados similares, lo que permite a cualquiera emular el entorno óptimo para cultivar un determinado tipo de cultivo.
Carne impresa en 3D
La carne es una parte integral de la mayoría de las tradiciones culinarias. Sin embargo, la cría de ganado para la alimentación tiene impactos ambientales negativos, ya que produce alrededor de 7,1 mil millones de toneladas de CO 2 cada año. La cría de ganado es también una de las principales causas de las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero volátil y poderoso y el segundo mayor contribuyente al cambio climático. A medida que crece la población mundial, se espera que la demanda de carne aumente un 70% para 2050. Por lo tanto, se necesitan con urgencia soluciones proactivas para satisfacer esta demanda.
La carne impresa en 3D es una de esas soluciones. Puede convertir tanto las proteínas vegetales como las células animales en carne artificial. Específicamente, la impresión 3D puede usar fotoproteínas de origen vegetal para producir un material fibroso que imita la textura de la carne real, o puede apilar elementos nutritivos hechos de células animales reales para crear la musculatura y las capas de grasa de la carne real.
Esta solución ya es capaz de crear muchos tipos de carne artificial, incluida la de cerdo, pollo y ternera. Las aplicaciones recientes de las tecnologías de impresión 3D han proporcionado carne artificial sabrosa y visualmente atractiva para los consumidores, con el precio de la carne artificial acercándose rápidamente al precio de mercado de la carne real.
Tecnología que construye un futuro verde y sabroso
La aplicación más amplia de big data e inteligencia artificial, junto con la experiencia agronómica, nos permitirá crear sistemas alimentarios basados en la ciencia que sean resilientes, sostenibles y ecológicos.
El Internet de las cosas (IoT) nos permitirá monitorear y analizar las condiciones del suelo y el crecimiento de los cultivos, y aumentar los rendimientos en función de los datos recopilados. Mediante el uso de datos históricos, también podremos predecir cambios ambientales para contrarrestar de manera proactiva los riesgos que amenazan los rendimientos.
La agricultura de precisión basada en datos permitirá a los agricultores regar y fertilizar los cultivos con precisión y utilizar drones para aplicar pesticidas con mayor precisión. Las granjas verticales inteligentes eliminarán las limitaciones climáticas de la producción agrícola y permitirán que cualquiera pueda replicar modelos de cultivo para lograr dietas más inclusivas y ecológicas. Y la impresión 3D permitirá crear carne artificial basada en el gusto y los requisitos dietéticos.
Para 2030, podremos conectar factores de producción agrícola, como tierras de cultivo, herramientas agrícolas y cultivos, y recopilar y utilizar datos sobre el clima, el suelo, los cultivos y más para aumentar el rendimiento.
En pocas palabras, la tecnología ayudará a alimentar al mundo.
Obtenga más información sobre nuestras predicciones para los alimentos en Intelligent World 2030 y descargue el informe completo Intelligent World 2030 para ver qué más nos depara el futuro.
Fuente: Bylined by George Fahy – Blog Huawei