La tecnología puede ser la clave para que el turismo peruano resurja
Por Ignacio Iglesias, Managing Director de Globant en Perú.
Tres meses atrás, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) declaró el objetivo de incrementar la participación del turismo de 4,5% al 10% del producto bruto interno del país hacia el 2026. El anuncio fue motivado porque nueve destinos peruanos fueron seleccionados por Green Destinations como parte de los 100 Mejores Destinos Sostenibles a nivel mundial.
Hoy, y con la tercera ola de COVID calando hondo, las cifras que circulan sobre la industria del turismo no tienen mucho que ver con el potencial del país. Según la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit), el sector cerró el 2021 con una caída del 75%
Está claro que esta problemática no es solamente doméstica. Históricamente el turismo y los viajes representaron 9,2 miles de millones de dólares del PBI mundial, y la pandemia causó la pérdida del 49,1% de esta porción (Consejo Mundial del Viaje y el Turismo). Más allá de esto, Statista afirma que -a partir del 2021- las ganancias del sector podrían aumentar un 17,13 % anual, lo que generaría un volumen de mercado proyectado de 9,5 billones de dólares para el 2026.
A nivel global, el repunte del turismo, además de superar retos de sostenibilidad, implica mejoras en términos de aplicación de tecnología, como en tantas otras industrias. Perú no debe quedarse atrás de esta tendencia si quiere hacer resurgir a uno de los principales bastiones de su economía.
Las innovaciones invitan a dar un paso más a la venta digital que es moneda corriente, y este paso evolutivo significa recopilar los datos de estas transacciones online para conocer al viajero íntegramente. Todo esto en pos de potenciar la interacción con los clientes y optimizar los procesos a lo largo del recorrido de consumo.
De esta manera, las empresas de turismo y viajes se pueden valer de las tecnologías MarkTech para ofrecer -a partir de la información- experiencias personalizadas que reconocen al cliente como un individuo. Esto se traduce en brindarles el contenido más relevante a través de los canales adecuados en el momento en que lo necesitan, permitirles elegir de qué manera quieren explorar, comprar y experimentar los servicios y productos.
Así, cuando una persona llega a un hotel, la anfitriona puede contar con la información de que, por ejemplo, se jubiló hace poco y que le gusta beber una copa de vino por las noches. Este conocimiento digital permite personalizar cada etapa de su recorrido de manera instantánea, tanto en línea como fuera de línea. ¿Cómo? A través de los servicios potenciados por Inteligencia Artificial, el análisis de datos de ventas digitales, las API integradas con asistentes robóticos y el aprendizaje automático. Estas tecnologías pueden formar parte de la infraestructura y arquitectura de las firmas de la industria.
Al combinar estas tecnologías con la estrategia adecuada para la gestión, el análisis y la utilización de los hábitos de consumo del usuario, las empresas podrán cerrar la brecha entre el plano físico y el digital e identificar cuándo un servicio de ventas digitales contactless es la mejor opción, y cuándo se necesita del toque humano.
Marcar tendencia con este tipo de herramientas es una oportunidad. En el mundo más del 74% de los viajeros deciden sus travesías por canales digitales, según Google. No obstante, los procesos digitales siguen siendo engorrosos. Un ejemplo es que al usuario se le pide que verifique su identidad en cada etapa de su viaje. Desde la compra misma, hasta en los aeropuertos u hoteles. Por lo cual, esta alternativa sin mejoras quedará obsoleta.
La coyuntura mundial es un terreno complejo para todas las industrias, particularmente para el turismo. Ante esto, la tecnología es siempre un aliado para sortear los nuevos desafíos. No sabemos cuánto más durará el COVID, pero lo que es una certeza es que las instituciones privadas y públicas del turismo del Perú deben trazar una estrategia tecnológica clara y ganadora.