Open Banking: una nueva realidad que busca mejorar los servicios financieros en Perú

  • El marco de open banking permite crear nuevos negocios y ecosistemas digitales a través de socios y proveedores externos, utilizando APIs habilitadas por los bancos u otras entidades financieras. 

  • Mientras que en el Reino Unido es una realidad ya hace algunos años, en Latinoamérica este tema aun sigue siendo relativamente nuevo. Brasil y México tomaron la delantera mientras que en Perú aún no se tiene ninguna ley o regulación específica para el desarrollo de este nuevo marco para los mercados financieros.

 

Lima, 13 de abril de 2021. Desde el 2010, en Alemania se viene escuchando que la información bancaria debería ser ‘abierta’, esto significa que los datos deberían pertenecer a los clientes y no a bancos. En otras palabras, el open banking es un modelo descentralizado que tiene como objetivo promover un ambiente con mayor innovación, mayor facilidad para crear nuevos negocios y más actores mejorando la calidad de los servicios financieros ofrecidos. Así, en lugar de utilizar diferentes aplicaciones bancarias para controlar las finanzas personales o para realizar pagos o transferencias, los clientes podrán utilizar una misma herramienta que agrupe distintas soluciones y que además esté conectada con diferentes entidades bancarias. Una aplicación que consolida los informes financieros y aporta mayor transparencia a la banca del día a día; y esto es solo un ejemplo.

 

El Reino Unido, país pionero en esta iniciativa, ha visto cómo este nuevo marco ha traído grandes frutos para su economía. Según un estudio de la Obie (sigla en inglés para la Entidad de Implementación del open banking), a junio de 2020 habían 260 empresas e instituciones registradas con modelos de negocio basados en el Open Banking, lo que se traduce en un crecimiento del 27% en relación a la misma estadística pero de finales de 2019. Por otra parte, en América Latina se han dado pasos un poco más tardíos pero dejando a Brasil y México como los pioneros en este nuevo contexto dentro de la región. México ya tiene el primer documento oficial que busca crear un marco inicial sobre cómo compartir datos e información financiera. En marzo de 2020 Banxico publicó la circular 02/2020 estableciendo los estándares de las APIs y en junio de 2020 la CNBV divulgó una circular que regula el intercambio de datos financieros abiertos. En cuanto a Brasil, el 4 de mayo del 2020 fue la fecha en la cual se promulgó la primera ley Open Banking de Sudamérica. 

 

“El open banking tiene cuatro pilares principales: la exposición de APIs, alianzas estratégicas, seguridad en cuanto al cumplimiento de regulaciones de seguridad y acceso y gobierno corporativo y compliance (informar a los clientes sobre cómo sus datos están siendo usados, cómo los pueden controlar y cómo son almacenados) todo esto con el objetivo de ofrecer transparencia al usuario”, afirma Alexandre Gomes, Director de Operaciones en Sensedia en Latam. 

 

Perú aún carece de una regulación específica de banca abierta pero en la práctica ya se encuentra compartiendo datos desde hace muchos años. Todos los meses los bancos y entidades financieras reguladas informan sobre la situación crediticia de sus clientes a la Superintendencia de Banca, quien a su vez emite mensualmente el Reporte Crediticio Consolidado (RCC) que lo entrega de manera consolidada a todas las entidades reguladas. Aunque este es apenas una aplicación del uso abierto de datos entre entidades financieras, nos muestra que el camino por recorrer aún es largo y las oportunidades serán cada vez más innovadoras y de mayor impacto. 

 

En conclusión, el open banking creará un entorno cada vez más centrado en las necesidades y derechos de los clientes, dinamizando el sector y haciendo que las entidades prestadoras de servicios financieros se concentren en ofrecer soluciones cada vez más accesibles, ágiles y personalizadas.